Ante la desaparición del euro muchas regiones europeas, sobre todo en areas rurales, están volviendo a sistemas de intercambio más antiguos como el trueque (intercambio de bienes y servicios directo sin intermediación de dinero), la economía de lo gratis, y el uso de antiguas divisas almacenadas y nunca entregadas, en un arranque de añoranza por tiempos en que las cosas iban mejor.
Quién iba a pensar que la peseta volvería en 2020 ahora y hay planes reales de implantar la neopeseta; sin embargo las antiguas pesetas aún son usadas en pequeñas cantidades, con el valor real que tenían en la aparición del Euro: 166, lo que actualizado con la inflacción vale lo mismo que una mierda de paloma.
La economía de lo gratis, se calcula, es la tercera economía en España después de la negra y la economía real.
La economía de lo gratis consiste en crear bienes y servicios tangibles o intangibles, que no se cambian por dinero. Es un concepto muy amplio que abarca desde la información gratuita en Internet, hasta cosas que hacen los abuelos que cuidan de sus nietos sin cobrar el tiempo invertido y liberando tiempo para los padres de los niños que puede ser convertido en dinero.
Los economistas nunca ha sido capaces de medir esto, sin embargo en el nuevo sistema político de la mal llamada tecnocracia esta economía también se tiene en cuenta. Algunas iniciativas durante la pasada década en internet de páginas profesión intercambio trueque de bienes y servicios no prosperaron porque aún estaban inmaduras. No era el tiempo para ello. Fue a partir de 2017 que las cosas se empezaron a poner realmente chungas, y que la gente empezó a utilizar estos portales de intercambio de actividades, bienes y servicios sin dinero. Antes de internet se usaban conocidos, el tablón del supermercado y el boca a boca.
Las desventajas para los estados tradicionales que tiene la economía de la gratis y la economía negra es que no tributan, porque no pueden ser tasadas fiscalmente. Quitan poder al estado devolviéndoselo a los ciudadanos.
Los intentos de implantar la nueva peseta (ya ha habido varios), la neopeseta, son un intento un tanto nostálgico de capitalizar la vuelta del uso de las antiguas monedas. Ahora en 2020 de momento está funcionando, y una neopeseta se intercambia por una peseta antigua.