sábado, 27 de julio de 2013

Algunos padres destrozan la vida de sus hijos. ¿Es éste tu caso?

Al principio del desarrollo de la tremenda recesión mundial se preguntaba el mundo: ¿Cómo era posible que en España no hubiera peor situación, más revueltas sociales y la gente aguantara tanto? Se dió como solución el soporte familiar, ya que supuestamente mucha gente ayudaba a miembros de su familia en una situación más desfavorecida. Félix pensó que esto era posible, sin embargo al final terminaría cayendo por su propio peso, porque las familias también tienen un límite de paciencia, resistencia y de aguante. Era esto quizás lo que está ocurriendo ahora. De cualquier modo este no era su caso.

¿Cómo ha sido la vida de Félix en la última década de crisis?

Su historia durante los últimos 10 años había sido algo triste en cuanto a su relación con su familia. Todo empezó cuando dejó su trabajo supuestamente seguro pero bastante desagradable, insoportable, algo que algunos miembros de la familia no pudieron comprender y empezaron a hacer presión. Después conoció a Dori y tampoco les gustó aquella mujer para él, quizás porque era extranjera, mucho menos cuando se casaron. Ellos nunca lo aceptaron en el fondo y la relación se deterioró bastante. El hecho de que ninguno de los dos trabajara en ese momento no era bien visto por miembros de la familia más tradicionales, y menos aún cuando la prestación por paro se acabó, y tuvieron que pedir ayuda a la familia y vivir por un tiempo con ellos.

Al principio todo era falsas buenas palabras, aunque resentimiento y pasividad agresiva. Después llegado un momento la situación estalló y ellos terminaron en la calle, donde estuvieron viviendo unos meses como vagabundos sin techo, como muchos otros empezaban a hacerlos en aquel entonces, gente antes de clase media que había perdido sus pisos y no tenía apoyo familiar.

Intentaron marchase al campo, pero tampoco tenían recursos para viajar siquiera. Fueron haciendo autoestop.

Finalmente se organizaron en un poblado chabolista ilegal junto con muchas otras familias que se encontraban, pensaban temporalmente, en esa dura situación.

Pasado algún tiempo Dori enfermó y como no había cobertura sanitaria en su situación término muriendo tras una larga enfermedad. Félix pasó 5 años muy dolorosos en la calle hasta que consiguió rehacer tu vida milagrosamente y se encontró en un oportunidad dentro de las fuerzas de seguridad del Estado, dentro de uno de los cada vez más numerosos departamentos del Servicio Secreto. Su trabajo era muy específico y se basaba en infiltrarse en organizaciones marginales aprovechando su experiencia en la calle y como sin techo. Le dieron casa, le dieron comida, le dieron formación y entrenamiento, le devolvieron una vida de seguridad y le convirtieron en una pieza más del engranaje de la perfecta maquinaria del Estado dentro del Nuevo Orden Mundial.

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