Aunque el consenso científico global es que hay parte de influencia humana en el calentamiento global, al igual que ocurrió con la industria tabacalera y el cáncer, hay demasiados intereses económicos en juego para tratar de combatir esta opinión y aún hoy en 2020 se tiende a minimizar el problema.
Cada año mueren miles de personas en fenómenos relacionados con irregularidades del clima como inundaciones, sequías, tornados, olas de calor y olas gélidas, o tormentas eléctricas bestiales que descargan cientos de rayos en muy poco tiempo. Todo ello se debe principalmente a las perturbaciones de las corrientes del Golfo de México dicen los científicos climáticos.
Esto combinado con el urbanismo salvaje y bastante caótico de los últimos años que ha destrozado el suelo es letal en nuestro país, sobre todo en las costas.
Los gobiernos de los últimos años han tratado de atajar el problema sin conseguir llevar a cabo medidas realmente efectivas. Es contraproducente siquiera que traten de proponer una solución cuando ellos muchas veces ganan económicamente con la pérdida de bosques y la destrucción porque así podrán reconstruir o urbanizar nuevas zonas.
Es increíble la gran cantidad de bosques que se han perdido en Europa desde la prehistoria hasta el estado actual de la civilización. Se dice que el continente entero estaba prácticamente cubierto de bosque, y que un mono podría ir de rama en rama de una costa a la opuesta. Con el inicio de la civilización y la necesidad de madera como combustible para construir comenzó la deforestación.
Muchas veces es como una lotería macabra y cuando te toca a ti, a tu familia, a tu pueblo no puedes hacer más que esperar que los daños sean los menores posibles.
En los últimos 10 años hasta 2020 se han creado alrededor de 20 zonas catastróficas en la Península Ibérica debido a incidentes relacionados con el cambio climático y perturbaciones del clima; debido a los recortes del Gobierno las víctimas sin embargo no han recibido ningún tipo de compensación en la mayoría de los casos, con lo que implica esto en cuanto a miles de vidas completamente arruinadas.
¡Si no estás asegurado dáte por muerto!
Sólo muy pocos normalmente conectados con la élite política han podido recuperarse gracias a algunas ayudas en la mayoria de los casos no declaradas oficialmente.
Eso sin contar con terremotos, maremotos y otras catástrofes naturales, por ejemplo las de origen volcánico.
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