2020 - Los estados miembros compiten por ver quien abandona la Unión Europea primero.
La UE es un organismo fracasado y ya cansado, económicamente derrotado, en vías de desintegración, un fantasma de lo que era.
El euro es una moneda títere que convive con otras antiguas divisas (incluso dentro de la eurozona), nuevas monedas alternativas, el trueque y las nuevas versiones de las viejas monedas en los países que lo integraban.
Ante el tremendo ascenso de China, y el retroceso y progresivo aislamiento de los Estados Unidos, Europa ahora trata de buscar un lugar intermedio, una nueva posición en el mundo, mientras el desencanto y decepción de sus ciudadanos agría el optimismo naif de sus políticos, y no consigue modernizar una estructura jerarquizada y anquilosada que ya nació lastrada por la burocracia, basada en modelos pasados obsoletos, una estructura política de funcionarios y diplomáticos que podría decirse pertenecientes a la politica de salón y palacio heredera de la política del siglo XIX.
En este contexto algunos Estados han optado por abandonar la Comunidad, o dejarla bastante de lado (colocándola muy atrás entre sus prioridades políticas), mientras otros buscan una posición intermedia oportunista de países asociados.
El interés por convertirse en nuevos miembros ya se perdió hace años en países como Turquía o Ucrania, al constatarse el gran fracaso europeo. Ya nadie quiere bailar con la que antes era la niña bonita y ahora es la más fea y vieja del baile.
Ante la recesión mundial del consumo y el aumento de la desigualdad entre los oligarcas y plutocratas y el resto de la población, no tiene mucho sentido una unión comercial entre países. Los super ricos forman sus clubs y hacen sus negocios al margen de fronteras y países.
La UE se demostró hace años está sometida al dictado de la Cancillería alemana. Habiendo mostrado Alemania su verdadera cara ya tampoco tiene sentido el miedo a nuevos conflictos bélicos que supuestamente dió origen a la unión, cuando puede haber en su lugar un dominio económico de países amos y esclavos, en qué Alemania quede por encima de todos, buscando la revancha de esas dolorosas dos guerras perdidas en el siglo XX, satisfacer el ego de sus ciudadanos y sobre todo de sus ambiciosos y arrogantes políticos.
Europa tal como enorgullecería a Napoleón, Carlomagno y Julio César no existe. Nunca existió. Un territorio híbrido entre estado y país que nunca pudo ser, cuya población mayoritariamente es ancianos y olvidados.
El llamado futuro europeo ha dejado paso a un incierto presente y a un mirar atrás con nostalgia ante lo que iba a ser quizás un futuro glorioso.
La pérdida de objetivos serios ha convertido un territorio próspero en pantano incapaz de competir con el resto del mundo, de manera metafórica y real, debido al cambio climático que también ha inundado parte de los países bajos y muchas costas europeas.
Ya hablaremos más adelante de la Unión Europea con más detalle...
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