jueves, 22 de agosto de 2013

El resurgir de la Iglesia Católica aliada al poder corrupto en el nuevo milenio

Una de las mayores beneficiadas ha sido la Iglesia Católica española ya que puede ejercer su labor de ayuda a los pobres imponiendo sus condiciones. Esto queda muy bien con el estilo de políticas victorianas de ayuda al desfavorecido y construcción de hospicios para los niños pobres, basada en la consigna: dar peces en vez de enseñar a pescar.

Las organizaciones que enseñaban a pescar, muchas ONG, han ido desapareciendo, al carecer de financiación, porque interesaba mantener un tipo de ayuda al desfavorecido que haga dependiente a la población, que cree gente sumisa y pasiva, incapaz de rebelarse e incluso agradecida por la generosidad de los ricos. Una clase baja que no tome responsabilidad por cambiar su propia vida sino que busque causas y culpa fuera en otros, o en la crueldad de la vida simplemente.

Algunos sectores de la Iglesia Católica de España más conservadora se han beneficiado por sus vínculos con el poder político, y además de las exenciones fiscales han recibido más que suficientes recursos para encargarse de la caridad entendida a su manera, un poco como las damas victorianas que creaban orfanatos en el siglo XIX.

Al elegir ideológicamente a quienes proporcionan y reciben la ayuda se excluye a ciertos sectores incómodos y esto es simplemente otra forma más de control.

Una forma más de  adoctrinamiento es la educación crecientemente en manos de religiosos, hasta niveles parecidos a los que había durante la época del régimen de Franco. La iglesia asume con gusto de nuevo la educación, debido a la privatización de la educación y a que prácticamente los únicos centros educativos en 2020 públicos concertados tienen que ver con alguna organización religiosa cristiana.

La iglesia católica, la empresa privada más longeva del mundo occidental, que muchos creían que estaba a punto de desaparecer, sorprendentemente está recuperándose y adaptándose lentamente a los nuevos tiempos, desde la elección de un Papa liberal jesuita, simpático y con buena prensa, no como su rancio antecesor alemán.

La Iglesia Católica española sin embargo es caso aparte. Sigue siendo muy conservadora y aprovecha sus vínculos con el poder para influir en la educación.

Se han cambiado planes de estudios para no ofender, aunque provocando falseamiento, propaganda y el mantenimiento en cierta ignorancia a la población. Por ejemplo, en el nuevo plan de enseñanza secundaria se considera la evolución solo como una teoría no demostrada, y se enseña conjuntamente con el diseño inteligente. Igual que en gran parte de Estados Unidos durante el siglo XX y principios del XIX.

Además se promueve la castidad y se ha prohibido la educación sexual por pudor, lo que ha provocado más problemas de resurgir de las enfermedades de trasmisión sexual, embarazos no deseados. También se censuran filósofos ateos e ideólogos con enseñanzas que cuestionan el sistema establecido.

Por supuesto también hay resistencia cristiana de curas humildes, que están al lado de los más desfavorecidos realmente, viven con ellos y les ayudan aunque poco pueden hacer frente a los dictados de la Iglesia oficial y más conservadora. Muchos han optado por colgar los hábitos, salirse de la iglesia y dedicar sus actividades a la lucha de la sociedad civil porque dentro de la Iglesia no pueden hacer prácticamente nada.

La historia de la Iglesia Católica a lo largo de más de 2000 años ha sido la de supervivencia y maniobras políticas. Para ello muchas veces ha debido sacrificar costes morales y éticos en favor de la estrategia en casos más maquiavélica posible imaginada  siquiera por el autor de El príncipe.

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